Sin la impronta del fundamentalismo es dudoso que el camino elegido hubiese sido la prohibicion. La historia humana no conoce una sola droga que haya dejado de consumirse o desaparecido por ser prohibida, pero muestra que su empleo tiene muchas mas probabilidades de hacerse delirante si se prohibe , lo adherido a la ilegalizacion ( adulteraciones, contacto con ambientes criminales , precios usurarios , inseguridades en el suministro , mitos) erosiona el sentido critico del usuario, haciendo que tienda a consumirla con menos mesura. Una droga no es solo un cierto compuesto quimico, sino algo cuyos efectos dependen de las condiciones vigentes para el acceso a ella.
Antonio Escochado, sobre politicas de ilegalizacion del consumo.
martes, 6 de febrero de 2007
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